También nos pasamos a tomar algo por el Bar Brasil y así conocer y planificar el que será la localización del primer día de rodaje, a finales de este mismo mes. Allí pudimos hablar con sus propietarios, Alegría y Álvaro (en la foto), que se mostraron entusiasmados y muy colaboradores con la grabación. Así da gusto.

Aprovechó el tiempo David para hacer pruebas con la cámara que, casi con toda seguridad, utilizaremos en esta fase del rodaje.
Cómoda, poca profundidad de campo, textura cinematográfica... tiene buena pinta.

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